Por: Abraham Chinchillas Terrazas
El año que termina , el 2013, fue un año especial para el ambiente de la filatelia nacional pues recordamos el centenario del natalicio de un artista mexicano que estuvo íntimamente ligado con el diseño de sellos postales mexicanos: Francisco Eppens. ¿Pero, quién fue exactamente Eppens y cuál fue su relación con la filatelia?
Francisco Eppens Helguera, fue un reconocido artista y diseñador de sellos postales. Nació el primero de febrero de 1913 en la ciudad de San Luis Potosí, pasó sus primeros siete años de vida ahí, para después mudarse con su familia a la Ciudad de México para estudiar en la Academia de San Carlos donde algunos de sus maestros fueron Enrique Ugarte (en dibujo y pintura), e Ignacio Asúnsolo (en escultura).
Uno de sus primero empleos al salir de la academia, fue en el mundo del dibujo publicitario. Poco tiempo después, en 1935, entró a trabajar como diseñador en los Talleres de Impresión de Estampillas y Valores de México (TIEV), de la Secretaría de Hacienda. Ahí no solamente diseño estampillas postales, sino también carteles con los que alcanzó importantes reconocimientos e incluso le hizo merecedor a premios de carácter internacional. Sus imágenes constituyen un valioso reflejo de las corrientes pictóricas de la época, particularmente de la segunda etapa del "art déco" en los años treinta. En ese momento artístico se destacaba el diseño aerodinámico austero que conservaba el purismo de la forma como valor esencial—dejando atrás la geometrización y el exotismo de las formas—. Eppens conocía la nueva tendencia y la aplicaba con genialidad. Otra de las más relevantes cualidades de los diseños de Eppens en sus timbres, es el manejo del claroscuro, aplicado hasta lograr un volumen espectacular, reforzado por líneas de fuerza que expresan velocidad y dinamismo; eran diseños singulares que nos permiten relacionar su trabajo con el futurismo italiano y las secuelas del poscubismo.
Hasta ese momento, el diseño de timbres era un campo virgen para los artistas mexicanos de la época, sin embargo Eppens logró el equilibrio entre medio y mensaje, dotando a la "forma" de un gran poder comunicativo y de expresión que permitieron un valor simbólico relacionado con la modernidad, la cual destacaba como bandera de los gobiernos mexicanos de los años treinta y cuarenta. De esta maneara, la llamada línea aerodinámica expresa los conceptos de la modernidad como símbolos de velocidad y progreso en un mundo de bienestar que parecía estar a la vuelta de la esquina. El gobierno mexicano necesitaba expandir sus mensajes y cantar sus logros en la construcción del nuevo orden: las líneas audaces de monumentales trasatlánticos o de rugientes locomotoras sobre vías fugadas al horizonte, así como automóviles, motocicletas y aviones, son sólo algunos de los motivos más elocuentes del espíritu que animaba a diseñadores y artistas de la época, decididos a captar la escencia del mundo moderno y su compromiso social.
Los carteles y la gráfica —particularmente de los sellos postales—, constituyeron un medio adecuado para ello, en parte por la economía de sus medios de producción y reproducción, la versatilidad de su difusión y el impacto visual de sus diseños. Francisco Eppens, se convirtió en el mejor representante de ésta corriente convirtiéndolo en un diseñador de sellos postales inigualable hasta el día de hoy. Incluso, Eppens era uno de los pocos diseñadores de la época que firmaban sus creaciones en los sellos postales. Su periodo en los TIEV terminaría en1953, dejando más de trescientas estampillas postales y timbres fiscales con sus creaciones.
Eppens también fue creador de algunos de los murales más emblemáticos de nuestro país, entre ellos los del Hospital Infantil, el edificio central del PRI y el Teatro Morelos de la ciudad de Aguascalientes. Su obra mural está, afortunadamente, desperdigada por toda la capital de país, por ejemplo en Ciudad Universitaria realizó el mural "La vida, la muerte, el mestizaje y los cuatro elementos", en la Facultad de Medicina, y La superación del hombre por medio de la cultura en la de Odontología, ambos con mosaico vidriado como técnica de recubrimiento.
En 1968, el presidente Gustavo Díaz Ordaz ordenó cambiar el Escudo Nacional, con el objetivo de que el águila se mostrara más agresiva. Francisco Eppens fue el encargado de realizar este pequeño ajuste al diseño, basado en una corriente estética de corte nacionalista en la que los símbolos y figuras pretendían hablar sobre la esencia de la identidad mexicana. Este escudo es el que usamos hasta el día de hoy tanto en la Bandera Nacional como en el reverso de las monedas, sellos y documentos oficiales, salvo por el penoso periodo de Fox, quien rediseño el Escudo Nacional convirtiéndolo en trivial logotipo de su presidencia.
Hace una semanas, Correos de México, emitió 5 estampillas en su serie de "Promoción Filatélica", en las cuales reproduce cinco de sus obras, recordando así el legado de Eppens en la filatelia mexicana.
Antes de despedirnos, queremos aprovechar la oportunidad de agradecerle, estimado lector, su amable preferencia durante este año que termina, gracias por habernos acompañado en el 2013. Así mismo, queremos expresarle nuestros mejores deseos para el año que inicia, que este 2014 esté lleno de bendiciones del Creador para usted y los suyos. ¡Feliz año nuevo!
Para poder comentar sobre éste tema, profundizar en él o realizar alguna pregunta, por favor contáctenos en hidalfil@hotmail.com o en nuestro blog: http://hidalfil.blogspot.com. Hasta el próximo año, es decir, la próxima semana.
