miércoles, 25 de junio de 2014

Los timbres de Gabriel García Márquez

Por Abraham Chinchillas Terrazas

En los últimos días, el mundo de la literatura en español se ha conmocionado por la muerte del escritor y periodista colombiano Gabriel García Márquez. Colombia y México, su país natal el primero y su patria adoptiva el segundo, le han dedicado días enteros de homenajes a quien obtuviera el Premio Nobel de Literatura en el año de 1982.

Considerado el mayor exponente de la corriente literaria conocida como "El boom latinoamericano", García Márquez dejó trunca la carrera de leyes para dedicarse al periodismo, apasionado cinéfilo, pronto descubriría que lo suyo era contar historias a través de la máquina de escribir. Su primera novela, "La hojarasca", apareció en 1955, seguida de "El Coronel no tiene quien le escriba", segundo libro que terminó por posicionarlo como uno de los novelistas jóvenes más prometedores en la recién comenzada década de los sesenta. Fue precisamente en esos años que "El colombiano más mexicano", como se la ha llamado en estos últimos días, viniera a radicar a la Ciudad de México, donde pronto se relacionaría con otros artistas e intelectuales.

Fue en nuestro país donde, después de un tiempo de trabajar en el ámbito publicitario y de algunas participaciones como guionista cinematográfico y hasta actor incidental, concibió su libro más importante: "Cien años de soledad".

La Academia Sueca, le otorgó el máximo galardón literario: «por sus novelas e historias cortas, en las que lo fantástico y lo real se combinan en un mundo ricamente compuesto de imaginación, lo que refleja la vida y los conflictos de un continente». Con la opinión anterior se le otorgaba el Noble a un escritor joven -Gabo apenas tenia 55 años-, que se encontraba en la cúspide de su producción literaria, arrojándolo a la fama mundial.

Es muy común que cada país celebre a sus premios Nobel con emisiones postales. En el caso de México, Correos de México ha emitido al menos una estampilla conmemorativa para cada uno de nuestros 3 Premios Nobel: Alfonso García Robles, Nobel de la Paz en 1982; Mario Molina, Premio Nobel de Química, 1995; y Octavio Paz, Premio Nobel de Literatura, 1990. Otros casos que vienen a mi memoria son las estampillas emitidas por Chile conmemorando los Nobel de Pablo Neruda y Gabriela Mistral, o la emisión que hizo en años más recientes Polonia para conmemorar el Nobel de Czeslaw Milosz.

Colombia celebró el Nobel del Gabo con una emisión de tres sellos, los cuales aparecieron es mismo año, 1982; los valores de la serie fueron de 7, 25 y 30 pesos colombianos, la viñeta compartida por los tres sellos es un retrato a lápiz del escritor sobre un fondo blanco, los trazos del retrato son aventurados y de gran belleza, y muestra a un García Márquez sereno y confiado. Estas estampillas, aunque pudieran parecer simples, encuentran su belleza precisamente en esa elegante sencillez.


Sin embargo, 26 años después, en el 2008, la República de Guinea, incluyó una estampilla con el rostro del escritor colombiano, dentro de una larga serie que emitió en esos años (entre 2005 y 2010), para conmemorar prácticamente a todos y cada uno de los ganadores del Premio Nobel de Literatura. La estampilla en cuestión, tiene un valor facial de 5 mil Francos africanos (un poco más de 9 pesos mexicanos, al cambio actual), muestra el rostro sonriente de García Márquez junto a su nombre, detrás de él parece dibujarse una casa blanca rodeada de arboles frondosos (lo que recuerda inmediatamente el ambiente caribeño de sus historias), el retrato también se encuentra rodeado por el nombre del país, el nombre del servicio postal y la leyenda "Prix Nobel de littérature" (Premio Nobel de Literatura), pero no incluye el año en que se le otorgó; este error de diseño sólo aparece en las estampillas de la serie de los Nobel de 2008 año en que también se emitieron por ejemplo las correspondientes a Albert Camus y Pablo Neruda sin que se señale el año de la obtención en ningún caso; sin embargo en las estampillas de la misma serie emitidas por el país africano en otros años, como por ejemplo las emitidas en 2009 sí tienen el año en que cada escritor ganó su Nobel de Literatura.

En este último caso usted, estimado amigo lector, podría preguntarse: Si la filatelia de cada país promueve sus valores, identidades y orgullos, ¿por qué un país de Africa Occidental, conmemora los premios de escritores, si bien de talla universal, pero que tal vez no sean conocidos en su territorio? La suspicacia es valida, y es lo que hace pensar a muchos filatelistas que la estampilla de la República de Guinea sobre García Márquez es en realidad una "Abusiva"; es decir, una emisión que no tiene como objetivo el franqueo de correspondencia, sino exclusivamente el objetivo comercial de insertarse en el mercado filatélico del mundo para generar divisas para el país. Sin embargo, poder ver el rostro de uno de los mejores escritores en lengua castellana, en un sello postal africano, merece destacarse en el inmenso mundo de la filatelia.


Es muy probable que en los siguientes meses, tal vez años, sigan apareciendo sellos postales, colombianos, mexicanos o de otras latitudes, sobre Gabriel García Márquez; la importancia de su obra, la humildad de su persona y el legado que deja para la literatura universal, los merecen.


Para realizar alguna pregunta, o profundizar en el tema de esta semana, por favor contáctenos al correo electrónico hidalfil@hotmail.com o en nuestro blog www.hidalfil.blogspot.com. Hasta la próxima.

Columna publicada en El Sol de Hidalgo el domingo 27 de abril de 2014.

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