El último timbre de Mandela

Por: Abraham Chinchillas Terrazas

El pasado jueves 5 de diciembre el mundo entero se conmovió por la muerte de Nelson Mandela, un hombre convirtió su vida y su imagen en un emblema de resistencia contra la segregación racial y el apartheid.

Nelson Mandela nació el 18 de julio de 1918 en un pequeño poblado conocido como Mvezo, pertenecía al clan Madiba nombre que obtendría muchos años después por designación de los ancianos de su clan. Su incursión en la vida política de Sudafrica la hizo desde muy joven, cuando era estudiante de derecho en la Universidad de Witwatersrand. En |1944 ingresó al Congreso Nacional Africano (CNA), movimiento que estaba en contra de la opresión contra los negros y de lucha por la igualdad con los blancos. En 1960, un momento en el que el racismo llevaba varios años en su nivel más alto, se produjo la llamada “matanza de Shaperville, cuando la policía abrió fuego en contra de un grupo de manifestantes del CNA, matando a 69 personas e hiriendo a otras 180; el hecho provocó que el Movimiento pasara a la clandestinidad y que su líder, Mandela, fuera enjuiciado por terrorismo y enviado a prisión por casi 27 años.

Tras su liberación el 11 de febrero de 1990, Mandela trabajó en conjunto con el entonces presidente de Sudáfrica, Frederik de Klerk, liderando a su partido en las negociaciones para conseguir una democracia multirracial en Sudáfrica, cosa que se consiguió en 1994, con las primeras elecciones democráticas por sufragio universal; en esas elecciones, Madiba se convirtió en Presidente de su país. Ambos, Mandela y de Klerk obtuvieron el Premio Nobel de la Paz en 1993. Como presidente Mandela se enfocó en la reconciliación nacional, no menos dolorosa con un gobierno “negro”, pero sí, muy necesaria.

Al dejar la presidencia, Mandela siguió siendo un símbolo de Sudafrica, dentro y fuera de la nación, consolidando su imagen como uno de los hombres más queridos del mundo. Su última aparición pública fue el 11 de julio de 2010 en la final del Mundial de Sudáfrica 2010, en la que la Selección de fútbol de España se proclamaría campeona.

Precisamente este aspecto, de figura emblemática de su país, llevo a Mandela a aparecer en una gran cantidad de emisiones postales, dentro y fuera de Sudáfrica. A partir de su triunfo y posterior envestidura como presidente, su rostro sonriente y su pelo cano se convirtieron en una imagen de victoria y justicia social que recorrió el mundo en estampillas. Muchas fueron las emisiones que el servicio postal sudafricano realizó a partir de esos años en conmemoración al presidente Mandela; por ejemplo la estampilla (en hojilla suvenir), de servicio estándar (Standar Postage), mostraba a Mandela de pie sostenido de un bastón blanco; otro sello, el de servicio de correo aéreo internacional para paquete pequeños (International Airmail Small Letter), era también una hojilla suvenir con la figura de Mandela sentado en un sillón, mirando a lontananza; ambas emisiones conmemoraban los 90 años de vida del querido Madiba. Sudáfrica mostró en estas y otras tantas emisiones postales que sentía orgullo por su hijo Mandela y su legado para la humanidad.

Otros servicios de correos del mundo han emitido estampillas postales para celebrar la vida y obra de este importante hombre: la República Centroafricana emitió varias hojillas suvenir a final de los años 90’s mostrando a un Mandela amable, educador y visionario; la República del Congo emitió en 2009 una hojilla suvenir de la serie de “Hongos” en las que también se mostraba a Mandela; la República de Guinea, lo mostro en otra hojilla leyendo junto a un niño; el correo de Maldivas también celebro sus 95 años con una estampilla en tres colores; las Islas Salomón lo incluyó en su serie de “Minerales” en una hojilla con cuatro estampillas que mostraban distintos aspectos de su vida como la juventud y su matrimonio con Winnie Mandela; incluso la URSS emitió en 1988 una estampilla con la imagen del Mandela que había sido preso en 1960, barbado, de pelo negro y con un gesto de dureza. Como estas, decenas de estampillas lo mostraron como un ejemplo de compromiso social.

Sin embargo, el último timbre emitido en el mundo con la efigie de Nelson Mandela, es mexicano. Hace casi dos meses, Correos de México, emitió una estampilla postal denominada “20 Años de Relaciones Bilaterales México-Sudáfrica”. Se trata de un sello impreso en papel couché blanco mate donde se aprecia el rostro sereno y sonriente de Nelson Mandela (a un lado en letras grises su nombre completo), destaca el nombre de la emisión en un diseño muy fresco realizado por Sergio Barranca Rábago -a partir de una fotografía cedida por la Fundación Nelson Mandela-, donde predominan los colores blanco, naranja, rojo, azul, verde y negro; su valor facial es de 15 pesos.

El timbre, fue anunciado como una emisión conjunta y, aunque en un principio los filatelistas del país no podíamos apreciar el sello sudafricano en el sitio de internet –lo que para algunos generó duda de si en verdad se trataba de una emisión conjunta–, hace algunas semanas la contra parte sudafricana puso por fin a la venta el sello. Lo más interesante de esta emisión conjunta es que, en el sello sudafricano no aparece el rostro de Mandela, incluso se trata de una hojilla subvenir con un solo sello que comparte el diseño de la estampilla mexicana pero no incluye la imagen de Mandela; esto convierte a la estampilla mexicana en el último timbre emitido con su efigie antes de su muerte. Sin duda éste timbre, recuerda también el legado de un hombre que mostró al mundo que la resistencia podría llevarse a las últimas consecuencias cuando el objetivo es la igualdad y los derechos humanos; sirva como un reconocimiento de nuestro país a la memoria de un gran hombre: Nelson Mandela. Descanse en paz.

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