martes, 4 de marzo de 2014

El timbre más caro del mundo

Por: José Gilberto Gómez Cabrera



Una de las preguntas más frecuente que nos hacen a los filatelistas es “¿Cuál es el timbre más caro en el mundo?” ¿Por qué el interés en el precio de un timbre? No sé, el caso es que cuando a mi me hacen este cuestionamiento les respondo lo siguiente: El único factor que eleva el valor de los sellos postales, es su rareza, el timbre más caro del mundo lo es, porque es el único en el mundo, los timbres más baratos en el mundo son de los que hay una gran cantidad. Obviamente enseguida recibo como disparo la siguiente pregunta “¿Y cuál es ese timbre?”, la cual en verdad siempre agradezco porque cuando me pregunten cual es el timbre más barato en el mundo, entonces si estaré en problemas. 

Afortunadamente en mi caso la respuesta la sé desde hace mucho tiempo, recuerdo perfectamente cuando el Sr. Heliodoro Briseño Flores presidente y fundador de Hidalfil nos la contó en una sesión del club. La estampilla más famosa, y por lo mismo la más cara del mundo, es un raro ejemplar emitido en 1856 (mismo año en que se emitió la primera estampilla postal de nuestro país), en la Guyana Británica, conocido en “El Magenta”.

Bueno, pues la leyenda de esta estampilla postal está por escribir  algunas líneas más ya que  será puesta en subasta el próximo junio en Nueva York, y podría marcar un récord mundial de hasta 20 millones de dólares ($260 millones de pesos), anunció la empresa de subastas Sotheby's. 

Sotheby's afirmó en un comunicado que "Ningún sello postal es más raro que el único ejemplar sobreviviente de la Magenta de un centavo de la Guyana Británica, una emisión única y modesta de un penique de 1856, y ningún sello postal es más valioso: cada una de las tres veces que salió a subasta estableció un nuevo récord". El remate de la estampilla, que ha sido vista en público por última vez en 1986, tendrá lugar el 17 de junio de este 2014 en la ciudad de Nueva York, señaló la tradicional casa de remates, que la ha valuado "entre 10 y 20 millones de dólares". El récord mundial de subasta para una estampilla lo tiene la "Tre Skiling", un sello postal sueco emitido en 1855 y vendido en 1996 por unos 2.2 millones de dólares. La Magenta de un centavo está en manos de los herederos del estadounidense John du Pont, quien la compró en 1980 por un precio récord por aquel entonces de 935 mil dólares.

Este ejemplar fue emitido por la oficina de correos de Georgetown, la capital de la Guyana británica (actual Guyana), el ejemplar no tiene ninguna perforación y está impreso en negro sobre papel magenta, con la imagen de un buque y el lema de la colonia "Damus Petimus Que vicissim" (Dar y esperar a cambio). "Para mí, como estudiante coleccionista de estampillas, es un objeto mágico, la verdadera definición de rareza y valor: rareza inalcanzable y valor extraordinario", dijo el director de proyectos especiales y presidente del departamento de libros de Sotheby's, David Redden. El o la Magenta consiste en un sello rectangular de tinta negra impresa en papel color magenta con las esquinas cortadas, resultando de forma octogonal. En el siglo XIX, los sellos de la Guayana Británica eran impresos por la firma británica, Waterlow & Sons. 

La leyenda de esta Joya de la Filatelia mundial comienza a  principios de 1856, cuando el stock de sellos se agotó antes del envío desde Inglaterra. El jefe de correos de la Guayana Británica ETE Dalton, necesita sellos a toda prisa por lo que pidió a la firma de José William Baum y Dallas imprimir con toda emergencia sellos de 1 y 4 céntimos, sellos para impresos y los de 4 centavos para las cartas. Su diseño, una embarcación y el lema en latín que simbolizaba a la colonia. Dado que la calidad era muy pobre el jefe de correos, para evitar su falsificación, pidió a los trabajadores de la oficina de correos que los sellos fuesen firmados con sus iniciales antes de venderlos, como medida de seguridad (Iniciales conocidas son "ETED" de Dalton, "EDW" de Wight ", WHL" para Lortimer y "CAW" de Watson). Por su limitada tirada y uso más bien local, estos sellos, pasaron desapercibidos ante la comunidad internacional. Además en el momento de su emisión, el coleccionismo de sellos era prácticamente nulo en Guayana Británica. El sello de 1ct. que servía generalmente para franquear impresos, se iba a la basura adherido al diario o boletín ya leído.

Parte de la leyenda del sello proviene de su historia, ya que fue "redescubierto" en 1873 por un niño escocés de 12 años que vivía en Demerara, un pueblo de Guyana, quien la halló entre las cartas de su abuelo. Como no existía en los catálogos, fue vendida en principio por un monto modesto, antes de que los especialistas se percataran de su valor único. El conde Philippe la Renotière von Ferrary, quizás el coleccionista más importante de su época, tuvo la estampilla entre fines de siglo XIX y principios del siglo XX, y al morir su colección fue donada al Museo de Correos de Berlín. El sello pasó a manos de Francia tras el final de la Primera Guerra Mundial (1914-1918), como parte de las indemnizaciones impuestas a Alemania, y en 1922 fue adquirido en subasta por el magnate textil estadounidense Arthur Hind, quien pagó un monto récord por entonces de 35 mil dólares. Hind dejó indicado en su testamento que a su muerte el sello debía ser vendido para beneficio de sus herederos, pero cuando esto ocurrió en 1933 su mujer se negó a hacerlo.La viuda de Hind vendió la Magenta de un centavo en 1940 al australiano Frederick Small, residente en Florida, por 40 mil dólares. Small conservó el sello durante 30 años, hasta que en 1970 cambió de manos nuevamente al ser adquirido por 280 mil dólares por un consorcio de inversores de Pensilvania. El multimillonario y filántropo John Eleuthere du Pont, también de Pensilvania, lo compró en otra subasta diez años después. Se cree que la Magenta ha estado guardada en la bóveda de un banco desde 1997 cuando su dueño fue condenado a prisión por el asesinato de Dave Schultz un año antes. Du Pont murió en la cárcel en 2010. Como parte de la campaña previa al remate, el sello postal será exhibido en Londres y Hong Kong antes de regresar a Estados Unidos, indicó Sotheby's.

Es así como un pequeño trozo de papel con tanta historia y una antigüedad de apenas 158 años está por convertirse otra vez en noticia, en la pagina de la empresa de subasta se establece una imagen de la pieza lo cual es verdaderamente magnifico para quien nos interesa el tema.

Para poder comentar sobre éste tema, profundizar en él o realizar cualquier comentario sobre la estampilla mostrada, por favor contáctenos en hidalfil@hotmail.com o en nuestro blog: http://hidalfil.blogspot.com. Hasta la próxima.



Columna FILATELIA, publicada en El Sol de Hidalgo, el domingo 2 de marzo del 2014.

No hay comentarios:

Créditos

El logo de "HIDALFIL" es una creación del diseñador gráfico Mario Velázquez